Movimiento: propiedad muy importante, que aporta connotaciones de dinamismo y fuerza. En las obras gráficas puras no existe movimiento real, pero sí se encuentra implícito en ciertos elementos y se puede conseguir con ciertas técnicas que engañan al ojo humano (diseño cinético, pintura cinética) o representando elementos que sí lo tienen en el mundo real.
El movimiento deberá ser, entonces, un movimiento rítmico que genere en la
percepción viajes sobre el campo visual de tal forma que la vista se mueva siguiendo trayectorias rítmicas y se detenga para una fijación breve o prolongada
allí donde algo retiene su atención y el interés. Al leer entramos en el canal de la
línea y de la sucesión de líneas, los ojos pueden elegir su propio orden y velocidad
en la lectura, en cada detención evaluamos lo que estamos mirando. Captamos el
contenido ideativo y los significados formales entre los que figuran los
movimientos y el ritmo.
Un movimiento con ritmo nos indica si la línea tiende a elevarse o a descender,
vemos que una forma se acerca o se aleja de otra, pero el movimiento perceptual
dependerá por entero de nuestras asociaciones.
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